miércoles, 11 de mayo de 2005

Infames sueños de amor.

Infames sueños de amor

Sentados de frente, conmocionados y emocionados por el atardecer que detrás de sus cuerpos hacia su magia, el temblor en las rodillas de el era inminente, el cielo rojo encendido parecía arder, como si el fuego de sus corazones se elevara hasta las nubes, sin embargo, no había palabras entre ellos, el sonido del silencio se hacia presente ante la expectativa de su mirada, la mano nerviosa quería tocarle el rostro, acariciarle los labios, pero sucumbía por el miedo y la estancia del momento, por su parte, ella solo podía mirarlo, intentando articular alguna palabra, su boca enmudecida se habría sin poder decir nada, sus labios deseosos de un beso volvían a cerrarse, la tensión podía olerse en el aire, estaban ahí, los dos, frente a frente, mirándose, haciendo el amor con la vista, acariciándose, besándose, amándose, con su cuerpo inmuto, los movimientos eran mínimos, tan quietos que podía verse el tiempo pasar a través de ellos, el aire nocturno recorría y alborotaba su cabello, un largo suspiro sale de la boca de el, como desahogo jadeante de la incertidumbre, su corazón palpita como loco, tan fuerte que parecía estallar en cualquier momento y desgarrarle el alma, la estancia en ella también era pesada, un escalofrió le recorre la espalda, los nervios le comen las manos que esconde detrás de su cintura, sus ojos tan limpios y brillantes podían reflejar los ojos de el que la miraban, la observaban, tan hermosa, la mujer mas hermosa que el ha visto en su vida, con su cuerpo delicado, las facciones perfectas de su rostro, ella, lanzada por el éxtasis de sentimientos, lo abraza, con la cabeza recargada en su pecho, escucha el retumbar de sus corazones al unísono, como sincronizados, perfectamente alineados a la música de las ideas, la mano de el se levanta hasta tocarle las mejillas, la mira, es aun mas hermosa que antes, ella, coqueta y graciosa, deja escapar una sonrisa que le moldea la cara, el, impactado, conmocionado, y enamorado, acerca sus labios a los de ella, la mirada no se pierde, sus ojos aun están conectados por el deseo de verse, el se detiene a instantes del contacto, su respiración es acelerada, el aire caliente que sale de su nariz choca con el muro del rostro de ella, su aliento tibio se une al ardor que sienten por las ganas de quedarse así por siempre, a lo lejos el sol da paso a la luna que se posa sobre ellos, el ultimo destello de luz sale disparado en dirección de los amantes, se besan, sus labios se encuentran, sus ojos se cierran mientras ese ultimo rayo luminoso los recorre, el aroma de las flores que los rodean estalla y se expande, sus bocas, infames y juguetonas, prueban el elixir sagrado del beso, sus brazos rodeándose, mientras sus manos exploradoras, recorren el tacto de la piel, del cuello, de la espalda; el abre los ojos y no la ve mas, solo se encuentra con la imagen lisa del techo de su cuarto, los brazos que lo rodeaban no están ya, y solo lo cubren las cobijas rojas de su cama, su corazón aun late fuerte, un ultimo suspiro recorre su cuerpo y sale por su boca.

- era hermosa, era la mujer perfecta, pero solo fue un sueño.

Y con estas ultimas palabras, cierra de nuevo los ojos y vuelve a dormir.

Ella también despierta, en otro cuarto, en otra ciudad, en otro país, al otro lado del mundo, sus labios aun sienten la humedad del sueño que acaba de terminar, su cara aun rodeada por el tibio y cálido respirar de el, por la ventana se asoma el primer rayo de luz que le recuerda aquel beso sofocante, el sol que nace del mar al fondo del horizonte no la deja volver a dormir, se ducha, se viste y sale del apartamento, con la cara clara de una mujer enamorada de un hombre que nunca ha visto...

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