domingo, 15 de mayo de 2005

Cuento corto de un breve Amor

Cuento corto de un breve Amor

Estaban ahí de frente, uno del otro, mirándose en la oscuridad, con los ojos fijos en los ojos que se le presentaban frente, como buscando en ellos una respuesta, una ilusión y un deseo, como pidiendo un beso, un beso que no llegaba después de largas horas de miradas y fijación, como si con esta miradas estuvieran comiéndose, se estuvieran conectando, no había ni una sola palabra pero sus miradas lo decían todo, como un lenguaje mágico, que solo esos dos amantes entendían, mirándose sin cansarse, estando destinados en aquella madrugada estar así todo el tiempo, de repente la mano de ella se mueve y comienza a acariciar su cara, recorre sus ojos, sus labios, su nariz, sus cejas, todo su rostro, con un toque suave de caricias verdaderas, el al sentir el fino roce de sus delicadas manos, comienza a entrar en un grado de excitación secreto, no carnal sino sentimental, sintiendo su tacto, su mirada, sus manos, la necesidad de el de sentir el cuerpo de ella, hace que sus brazos le rodeen la cintura y comiencen a subir hasta tocar la espalda de ella, recorriendo de esta forma sus brazos y sus hombros, ahora sus cuerpos están juntos, con sus corazones latiendo al unísono, sus miradas, no se han perdido, aun siguen implacables, mirándose fijamente como si nada ni nadie existiese, solos en un vacío, se comienza a sentir calor en sus cuerpos unidos y deseosos de fundirse en un beso, sus miradas comenzaban a ser mas ardientes mas deseosas, y sus suspiros mas largos, ambos temblaban por el nerviosismo y la expectativa, el acerca su cara como queriendo besarla, pero solo se juntan sus frentes y sus mejillas como invitándose a probar el elixir sagrados de los labios del otro, nada se concluye, ambos están pensando lo mismo “lo hago?” los suspiros que salen de la boca de el, recorren un camino hacia la boca de ella, quien en sus respirar los aspira, y cuando al exhalar el mismo suspiro de intensidad fantasiosa regresan a el, como si estuvieran uniendo sus bocas por medio de largos trazos de cálido aire, un pensamiento rápido cruzo la mente de el, como un flashaso, se hizo visible en su mente la palabra “hazlo”, y aunque temeroso de aquella decisión lentamente acerco su boca a la de ella, la cual sin hacer nada por evitarlo, se dejo llevar hasta el punto en que sus bocas se tocaron, y sus lenguas, ansiosas jugueteaban celebrando una deliciosa unión, fue un beso largo y apasionado, tan ardiente que habría evaporado los mares.

Pero estos instantes llegaron a su fin, sus bocas se separaron delicadamente con un ultimo y corto beso, volvieron a mirarse durante un rato, desconcertados, sus ojos no se perdían de vista, hasta que ella, con quedas palabras, y un poco triste dijo

- debo irme-

el, sin querer separarse de ella, la soltó, le acaricio la cara, las mejillas, los ojos y finalmente le beso la frente mientras decia

- esta bien-





Fin.

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