Boba... Daría todo por que estuvieras aquí, una alucinación absurda, una sofocante nimiedad, un recoveco altivo, una solemnidad armoniosa, un instinto sofocante, una locura empedernida, un grito voraz, un beat absoluto, un sonido precoz, un golpe sinuoso, una claridad incongruente, una ilusión epidémica, mi vida entera...
Tú deberías estar aquí a las ocho de la noche y a las doce y a las tres de la mañana y también por la tarde, y volvernos locos a las cinco menos quince, para hacernos propios y comunes durante horas...
Tediosa locura, boba, boba imprecisión elocuente de un mi corrosivo...
Eres aire y eres agua y eres humo y eres alucinación... Te toco y quemas, voluntad progresiva, sueño... sueño... sueño... lluvia fresca, primavera, jacaranda, iris, tornasol.
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1 comentario:
Hasta que te dignaste a volver, y saciar nuestra hambruna de letras.
Que soberbio señor Rivadeneyra, para la posteridad, valió la pena la espera.
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