sábado, 27 de enero de 2007

Cuando el tiempo nos alcance...


Cuando llegues de nuevo a mi vida.

… después de tantos años

aparecerás a mi puerta…

y preguntaras…

- ¿Qué nos pasó?

dirás mirándome a los ojos, con cara de desconcierto.

- tú y yo, en aquella ocasión; todo era perfecto… ¿qué nos pasó?

y yo, calmado, sereno; con el cariño que siempre te tuve, que nunca deje de tenerte; rozaré tus mejillas con mis ancianas manos; y responderé:

- es fácil niña: a mi me sobró cariño; y a ti te faltó pasión.

miércoles, 17 de enero de 2007

Confieso que me he vendido...

Soy comerciante, compro vidas, vendo sueños; chachareo en la multiplicidad de lo cotidiano.

Y usted ¿Cuánto cuesta? Le doy $15, ya si quiere verse muy mercenario, $3.5 por su ojo derecho; o… ¿qué tal un dedo meñique? El de la mano izquierda, ese ni siquiera lo ocupa.

Pásele marchante. Yo vendo de todo. No me diga que no tiene tiempo, no se preocupe yo se lo vendo; el tiempo es relativo, su valor depende si trae usted un Rolex o un Casio.

Todo en el mundo se compra todo se vende.

¿Cuánto vale el amor? Lo que un boleto de autobús; pero ni se busque en la cartera, a usted no le alcanza para comprar amor. No se desilusione mi amigo, aquí tengo algo perfecto para usted. “Soledad” mucho mas barata, ¿qué le parece? ¡Una perfecta acompañante! Tan solo $50 ¡Una ganga! Además está casi nueva, se la compre a un indigente hace dos días.

Y usted abuelo ¿qué busca? ¿Cuánto vale la vida? Para usted… $3 con descuento incluido, tome esta que esta fresca, la obtuve de un adolescente que se suicido en el metro hace unas horas; y ya con tanta vida, no la desperdicie usted como su último propietario. ¿Por qué no se compra una mujer? Es mas; le regalo a mi suegra, cortesía de la casa.

Y usted ¿Qué busca? ¿Fama? ¿Buena fama o mala fama? No se quede atrás, hoy en dia todo mundo tiene una y yo tengo mucha; tanta que hasta la vendo por mayoreo.

¿La muerte? Esa vale $2 no se que tan bien salga la verdad yo nunca la he probado y quien lo ha hecho nunca ha vuelto para contarme como es. Llévese una de una buena vez, créame no es un gasto inútil, todos la utilizaremos algún día, cómprela ahora que puede y no sufra después por no tenerla a la mano. Me contaron de un tipo al que le salió defectuosa y regreso al tercer día a contarles a sus doce cuates, bueno mas bien once, resulta que el doceavo era un colega mío (de oficio) quien también gustaba del negocio de la compra y venta de vidas, lo último que supe de el es que compro una muerte de muy buena calidad marca “suicidio”

Pásele güera llévese un marido que se ve que le hace falta.

¿Quién compra dinero? Tengo un billete de $50 y lo vendo en $100. ¿Por qué tan caro? El dinero, aunque no vale nada; es un artículo de lujo.

¿Me quiere usted vender su alma? Lo siento, no hago ese tipo de transacciones. Yo se que dije que lo compraba todo y que lo vendía todo, pero por favor seamos mas materialistas y menos religiosos, los objetos incorpóreos no son para mi. Si quiere le puedo dar el teléfono de alguien que gusta de coleccionar esas mercancías. Marque tres veces el numero seis, seguro consigue una buena oferta.

¿Quiere venderme su dignidad? No alarde joven, usted no tiene dignidad; y no lo culpo, yo tampoco tengo una; confieso que la he vendido por amor a una mujer.

A ver niño ven para acá. Véndeme tú vida. Te doy… tres canicas, dos corcholatas y un chocolate.

¿Libertad? No hay nada mas caro que la libertad, que aunque todos tenemos derecho a tener una, muy pocos son propietarios.

¿Y la felicidad? La felicidad es muy barata pero la tristeza es gratis…





¡Si señores. Si marchantes. Acérquese. Yo lo vendo todo… yo lo compro todo…!









Y tu ¿cuánto vales?








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martes, 9 de enero de 2007

Secreto


Un mudo le dijo a un sordo que un ciego lo estaba mirando...


¿Pero qué le dijo?


El secreto que le pertenece a las palabras escondidas, eso que sólo se puede oír cuando realmente se escucha, porque aquel que escucha tiene la esperanza de que exista algo que valga la pena escuchar. Es secreto del mudo y secreto del sordo. Entre palabras y símbolos acústicos que pertenecen a conceptos auditivos, el ciego finge que escucha pero sólo observa; y observa por que es su don. Su mirada finge contemplación al mirar las palabras que se disuelven en el aire, es secreto pues también del ciego...


Pero… ¿cuál es el secreto?


¿Quieres la verdad? ¿Deseas la verdad? No puedes con la verdad...


Pero te diré que tiene nombre y fecha de caducidad. Porque ¿cuantas veces necesito mirarte a los ojos y entregarte un te quiero a escondidas...?


¿Cuantas veces cariño necesito decírtelo para que me entiendas?


Una mirada, un beso, el secreto escondido detrás de un unicornio dibujado en la pared...