jueves, 31 de mayo de 2007

Encomio de la Poesía


Introducción


Un filósofo es un tipo que sube a una cumbre en busca
del sol; encuentra niebla, desciende y
explica
el magnífico espectáculo que ha visto.



En el pensamiento de Maria Zambrano acerca de la filosofía y la poesía, estas dos disciplinas parecen no poder coincidir. El filósofo y el poeta tienen objetivos distintos que los contraponen en ideas, y estas parecen ser en cierto momento una causa de la imposibilidad de una conjunción entre ellos; pero es común que encontremos a un filósofo poeta o a un poeta filósofo; entonces ¿cómo es posible, si la poesía y la filosofía son tan contradictorias como nos lo muestra la autora, que ambos pensamientos (el filosófico y el poético) se den en una persona al mismo tiempo?

¿Ser poeta impide hacer filosofía? ¿Ser filósofo impide hacer poesía? ¿El filósofo que hace poesía es un mal filósofo? La intención de este trabajo es analizar los puntos que nos da Maria Zambrano, y lograr explicar por que la filosofía y la poesía no son contradictorias y como es posible que el poeta y el filósofo puedan convivir en una misma persona, intentando explicar por medio de los objetivos que cada uno de estas dos formas de pensamiento tiene.


Capítulo I
La filosofía y el monopolio del logos


El hombre sordo a la voz de la poesía es un bárbaro.
Johann Wolfgang Goethe



Casi al principio de su libro Filosofía y poesía Maria Zambrano nos entrega estas palabras: “Hay dos mitades del hombre: el filósofo y el poeta. No se encuentra el hombre entero en la filosofía; no se encuentra la totalidad de lo humano en la poesía.”[1] Y pretende en el resto del texto dar argumentos para explicar la imposibilidad de que existan ambos en un mismo hombre. Es Platón, quien condena a la poesía; quitándole la capacidad de tener un conocimiento verdadero, tachándola de estar falta de razón y de no ser objetiva; desde ese momento la filosofía forma un imperio, el imperio de la razón, quitando de en medio a su adversaria la poesía. Se vuelve la filosofía dueña del logos, y deja marginada a la poesía como lo más dañino en contra de la verdad.

El objetivo de la filosofía es acercarse a la unidad, develar la verdad. Habla la autora de una violencia, la violencia del filósofo, de la filosofía; una violencia desgarradora por encontrar el ser, el gran descubrimiento griego que le da el monopolio del logos, y por el cual está en posición de atacar a todo lo que se le ponga enfrente; que en este caso es la subjetividad de la poesía.


Capítulo II
La condena de Platón


Muchos van hacia la verdad por los caminos de la poesía.
Yo llego a la poesía, por los caminos de la verdad.



Es en el Libro X de La República donde Platón destierra a los poetas, por que son estos quienes mediante la imitación producen pasiones en el alma y es en el Timeo donde Platón degrada a la poesía, al explicar el mundo de las ideas y mostrar que el mundo sensible es solo una imitación de la unidad creada por el demiurgo; le da entonces a la poesía el carácter de imitación de la imitación, y de esta forma la compara con los desechos, la copia de la copia, la cual ya esta tan alejada del ser que no tiene valor.

María Zambrano toma la postura platónica en la mayor parte de su libro y expone “El poeta no buscaba, porque tenía. Tenía por lo pronto lo que ante sí, antes sus ojos, oídos y tacto, aparecía; tenía lo que miraba y escuchaba, lo que tocaba, pero también lo que aparecía en sus sueños.”[2] Quiere decir que tenía los objetos, los suprasensibles, los objetos materiales a los cuales imitaba y que por eso no buscaba, no tenia la necesidad de acercarse a la unidad del ser, a las ideas; no necesitaba de la razón; porque la sustancia de su disciplina le era dada sin esfuerzo y es verdad que lo tiene; pero el poeta no hace poesía de los objetos sensibles, sino a través de ellos, los utiliza como medio para voltear a la unidad de las ideas. El arte del poeta no es sobre las cosas bellas, sino sobre la belleza, no evoca en su poesía a un objeto en especifico, sino a la unidad que esta detrás, a la unidad que lo sostiene, a las ideas. El poeta al igual que el filósofo contempla; su arte también es contemplativa, contempla al mundo de las ideas por medio de la multiplicidad que hay en el mundo sensible; esa es una de las razones por la que poesía y la filosofía no son tan ajenas, por que ambas tienen el mismo objetivo, la contemplación de las ideas, de los entes suprasensibles que son objeto de estudio de la filosofía y de evocación de la poesía. Es ahí cuando se puede dar el filósofo y el poeta en un hombre, no al mismo tiempo, es verdad, pero sí en un mismo hombre, porque su interacción con las ideas es diferente: mientras la filosofía procura acercarse a las ideas para revelar la verdad, la poesía no tiene necesidad más que de contemplarla y relatarla. Esa necesidad que tiene el hombre de comunicar su visión, de explicar; le viene de su parte de poeta.


Capítulo III
La cicuta de Platón


Al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta.
Platón



Platón destierra a los poetas de la republica condenándose a sí mismo. Platón es un poeta más, su acercamiento más grande con la poesía es en el mito de la caverna, en el Libro VII de La República. En él puede verse obviamente su poética, en su forma de relatarnos el mito. Menciono su contenido por que voy a darle uso para conveniencia de mi argumento. ¿Quién es aquel que se libera de las cadenas? Sabemos bien que Platón infunde las características del filósofo en ese personaje; pero no es solo el filósofo, es también el poeta, son ellos dos los que se liberan de las cadenas. “En el poeta la vida es el sueño y en el filósofo, el sueño es la inocencia, y la caída es el despertar a la libertad. En los dos la libertad es lo único real.”[3] El que logra liberarse de las cadenas es el poeta; se libera y se vuelve filósofo en cuanto que sale a contemplar la verdad; pero no deja de ser poeta, pues es el poeta que se encuentra dentro del filósofo el que siente la necesidad de seguir contemplándola, de describirla, de imitarla y también de comunicarla, de regresar con los demás prisioneros a contarles lo que ha visto. “Y eso persigue la poesía: compartir el sueño, hacer la inocencia primera comunicable; compartir la soledad, deshaciendo la vida, recorriendo el tiempo en sentido inverso, deshaciendo los pasos; desviviéndose.”[4] Esta última característica no es exclusiva de la poesía: también los filósofos recorren el tiempo en sentido inverso pues esto los lleva a las tan anheladas causas.

Hay otro texto de Platón en el cual se manifiesta su desprecio por la poesía. En El Banquete hay un enfrentamiento directo entre la hermosura de la poesía y la fuerza de la filosofía, saliendo victoriosa indudablemente la filosofía, que tenía por arma la razón. Como ya dijimos antes, Platón reniega de la poesía pues cree que es causa de las pasiones que afectan al alma, pero ¿no será más bien que la poesía es provocada por las pasiones? ¿No es más bien que hay poesía; porque el alma es objeto de las pasiones y la poesía es solo un reflejo de éstas, como los síntomas son reflejo de la enfermedad? ¿No escribe el poeta porque tiene ya la pasión dentro, por que es ya apasionado? ¿Cómo hacer poesía si no se es ya objeto de la pasión? Es claro pues que son las pasiones las que provocan la poesía y no de otro modo como pensaba Platón. Es pues en el banquete que las pasiones producen poesía y esta poesía vela la verdad; pero no porque la poesía esté negada de la verdad, sino porque los que la evocaron vivían en la ignorancia; podría también existir un filósofo ignorante y no por eso habríamos de adjudicarle la ignorancia a la filosofía. La poesía también tiene la capacidad de evocar la verdad sin velos; aunque no es su tarea ni su objetivo; su objetivo es presentar su visión tal cual la ha percibido y hacerla bellamente sea ésta verdad o mentira. La poesía, como dije antes, es un acercamiento a las ideas, no a la manera filosófica; pero podemos tomar de El Banquete el aprendizaje de la búsqueda: “El poeta está enamorado de la presencia de algo que no tiene y como no lo tiene, lo ha de traer.”[5] ¿Y qué es aquello que no tiene la poesía? No tiene a las ideas, y es por ausencia de éstas, que el poeta puede hacer poesía, pues hace poesía de algo que está ausente, algo ausente y por tanto que desea. El poeta al igual que el filósofo busca las ideas, las formas. “El filósofo busca porque se siente incompleto y necesitado de completarse, porque siente su naturaleza alterada y quiere conquistarla.”[6] Y también por eso busca el poeta, también se siente incompleto, y también tiene esa necesidad de completarse; y es este objetivo en común el que permite tener la capacidad de ser filósofo y de ser poeta.
Ya adentrados en El Banquete de Platón, mencionemos al demon; pues detrás de todo, se encuentra la explicación de que el filósofo es un demon, un mediador entre el mundo sensible y el mundo de las ideas, y siguiendo con lo que he dicho anteriormente, el poeta sería también un demon, no a la manera del filósofo, pues éste busca la verdad, pero si en el hecho de que busca un acercamiento a lo divino. El poeta está en el mundo de los mortales por que su naturaleza es mortal, pero voltea hacia las formas primeras, hacia las esencias de las cosas. “El filosofo quiere poseer la palabra, convertirse en su dueño; el poeta vive prendido a la palabra, es su esclavo.”[7]

Hablemos del demon de Sócrates, esa voz que le hablaba y que le decía lo que tenía que hacer; voy a tomarme de eso para decir, que el hombre tiene dos tipos de demon, el demon filosófico y el demon poético, uno dicta la razón y el otro las pasiones. Y es por eso; que cuando se hace poesía es como si alguien nos dictara las palabras que debemos escribir; de repente todo cobra sentido metafóricamente, y las emociones salen líquidas formando la poesía.

De esta manera llego a la conclusión de una pregunta que plantea María Zambrano “Pero, ¿no tendrá –poesía y poeta- su justificación, su propio reino? ¿No habrá en todo el universo, en ese universo que el poeta ama tanto y con tanto fuego, ningún sitio para el?”[8] Es claro pues que este mundo, este reino de la poesía y del poeta, este lugar que el poeta ama tanto y con tanto fuego, es el mundo de las ideas de Platón, el lugar perfecto donde el poeta podría tomar para él todas las ideas, y dejar a un lado el sufrimiento que lo perturba, calmar esa necesidad de acercarse al objeto, ese mundo poético es el mundo de donde el Demiurgo toma las ideas y las copia en el mundo sensible, tal vez por eso este deseo de la poesía, esta necesidad de contemplar las formas se un cierto tipo de envidia al Demiurgo, al padre hacedor; lo envidia en su labor, el poeta es el Demiurgo de la materia sensible; o tal vez sea que este deseo, esta contemplación, sea por la razón que menciona Platón en El Timeo “El que contempla se hace semejante al objeto de su contemplación”[9] y sea entonces que el poeta quiera semejarse a las ideas o al Demiurgo.

Platón condena a la poesía por necesidad, porque quería salvar al alma de las pasiones, porque la poesía atentaba contra la verdad, contra el pensamiento y contra la razón; quería hacer a un lado todo aquello que pudiera de cierta manera velar la verdad o distraer al hombre de su objetivo principal que era la contemplación del mundo ideal; pero bajo esta condena, se condena a sí mismo, pues Platón recurre a la poesía en cada uno de sus diálogos, imita por escrito el diálogo real. Platón se quedará en la entrada de La República como Moisés se quedó a las afueras de la tierra prometida. Platón es un claro ejemplo del filósofo poeta del que he estado hablando.


Capítulo IV
La modernidad conciliadora


Es propio del filósofo poder especular sobre todas las cosas.
Aristóteles



“En el Romanticismo, poesía y filosofía se abrazan, llegan a fundirse en algunos momentos con una furia apasionada.”[10] Asi nos lo dice María Zambrano; yo creo que hubo acercamientos antes; aunque no tan notorios como en esta época y no tan claramente como en los dos pensadores que la autora menciona “En esos dos pensadores – nadie dudará que Baudelaire lo fue-, en estos dos poetas –no hay que demostrar que Kierkegaard lo era-… Los dos son casi científicos en su afán de precisión.”[11] Es en esta época cuando se plantea una nueva metafísica. Esta nueva metafísica pretende un alejamiento del objeto para tener una mejor visión y una mayor comprensión en su estudio, esta es la metafísica de los filósofos modernos; contraria a la metafísica de los poetas, la cual pretende un acercamiento al objeto, verlo más de cerca para poder describirlo mejor. La metafísica del poeta evoca al objeto, lo atrapa, lo hace suyo, no sólo no se aleja, sino que busca el mayor acercamiento posible y lo abraza. Es en este momento de la historia cuando el poeta está más cerca de la verdad, “El poeta va adquiriendo, cada vez más, conciencia de su poesía y de sí. El poeta por primera vez teoriza sobre su arte, y hasta piensa sobre su inspiración.”[12] Exactamente como lo menciona Zambrano, no solo piensa ya en el objeto, sino que sigue a la filosofía del momento y se piensa a sí mismo, piensa y toma conciencia de su poesía y de su inspiración, la estudia, la analiza, le da un cierto orden. “El logos de la poesía es de un consumo inmediato, cotidiano; desciende a diario sobre la vida, tan a diario, que, a veces, se le confunde con ella.”[13]

El filósofo de la modernidad puede hacer más fácilmente poesía y evocarla más bellamente que en las etapas anteriores. La poesía de la modernidad, fue inspirada por el movimiento filosófico, por los paradigmas cartesianos, por el juicio kantiano y por la idea positivista. El filósofo y el poeta se toman de la mano por un instante, pero no para siempre, dejando en claro que no es la misma disciplina, y no sólo eso, sino que son inmensamente desemejantes, pero que la decisión de aceptar una, no imposibilita poder acudir a la otra.



Conclusión


El filósofo es objetivo y busca el orden; el poeta, no tiene interés en ningún orden, solo le importa el objeto y es subjetivo si es necesario para su acercamiento; pero esto no vuelve a la filosofía y a la poesía enemigas, no hace imposible que ambas puedan coexistir en el hombre, y más precisamente en un solo hombre. El hombre es por principio filósofo, como diría Aristóteles: “Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber” y también por principio es poeta, cito a Platón: “Al contacto del amor, todo el mundo se vuelve poeta.” Ambas disciplinas están en la naturaleza del hombre, y aunque en algún momento cada individuo deberá tomar una decisión que lo acerque más a una que a la otra, esto no implica que la segunda sea desechada, y quede olvidada. Esta otra parte siempre estará dentro de uno, intentando seducirlo: la filosofía seduce con la razón y la poesía seduce con la pasión. Esto es parte de la dualidad del ser humano, el poder ser filósofo y ser poeta, el buscar la razón a la luz del Sol que es el bien (según Platón) y entregarse a las pasiones cuando el bien se ha ocultado y la Luna inspira los deseos de hacer poesía.








[1] Zambrano, María. Filosofía y poesía México: Fondo de cultura económica, 1996, Págs. 35-14[2] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 18-1
[3] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 93-9
[4] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 98-1
[5] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 95-6
[6] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 63-32
[7] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 42-24
[8] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 46-9
[9] Timeo, 90 d.
[10] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 79-20
[11] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 81-17
[12] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 82-29
[13] Op. Cit. Filosofía y poesía Págs. 23-13

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Eduardo ¿verdad? Woooow! me encanto tu trabajo, creo que la filosofía puede ser representada de muchas formas, canciones, cuentos, miradas, olores, poesia e incluso con mi amada psicología... recomiendo leer "los bien aventurados" y "el hombre y lo divino"
"Una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento."
Una vez más felicidades por tu trabajo y por no colocar mal ni una palabra, te dejo mi msn bibrizu86@hotmail.com estoy en Sant Fe y tu?

Roberto Rivadeneyra dijo...

Bibi: de hecho, el deconstructivismo es un poco eso y pienso que la grandeza de la Filosofía radica en que los límites le vienen impuestos, de suyo no los trae.

Primo: Creo que alguna vez te platiqué mi percepción sobre este tema en Platón. Para mí, la mayor causa del destierro de los poetas de la República es porque ellos eran los educadores de Grecia en ese entonces y lo hacían por medio de los textos de Homero. Sin embargo, en ellos encontramos dioses con rasgos antropológicos, lo cual es contradictorio. Es verdad que las pasiones juegan un papel importantísimo en el destierro. Otro día con una chela lo platicamos. Felicidades, muy buen texto.

david-. dijo...

¡Salud!

http://karamazovi.blogspot.com/2006/08/filosofa-y-poesa.html

Blascone dijo...

"Existe el destino, la fatalidad y el azar; lo imprevisible y, por otro lado, lo que ya está determinado. Entonces como hay azar y como hay destino, filosofemos."

Lucio Anneo Séneca

Blascone dijo...

"Los artistas piensan según las palabras y, los filósofos, según las ideas."

Albert Camus

Juan Cruz Mateu dijo...

"A la grande le puse Cuca."

Homero.

Anónimo dijo...

¿pero la filosofía de Schopenhauer, Nietzsche, Kierkegaard no son más pasionales que racionales?

Darío Zetune dijo...

estimulante en verdad el texto. Como es algo largo, preferiero imprimirlo y leerlo con más calma y más cómodamente.

Pero, definitivamente, luego de haber leído los otros post, creo que habrá que agregarlo a mis links para no perderte la pista.

Saludos.

Sergio.

Destination dijo...

Oh! Volvites!!! jajaja

(Comentaré algo más inteligente cuando haya acabado de leer completamente!)

P.S. ¿Es una nueva adquisición literaria? ¿"Filosofía y Poesía"?

Jaime Alberto Tovar dijo...

Fuí de los primeros en leer aquel trabajo, como os dije en aquél entonces, es un buen texto, buenas correciones al cuerpo original, en hora buena!

Liliana M. López Gómez dijo...

Hola, hay 2 frases que me sirvieron mucho para un trabajo autobiográfico que estoy haciendo, fueron la Joseph Joubert: Muchos van hacia la verdad por los caminos de la poesía. Yo llego a la poesía, por los caminos de la verdad. Y la de Platón: Al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta.
Si el filósofo, realmente busca la verdad, y es un buen filósofo, y encuentra esa verdad de instante en instante, entonces no es diferente de un poeta, así no escriba poesía, la verdad, la realidad, dios o como nos plasca llamarle a ese flujo atemporal de la energía universal, trae bendición, amor, bienaventuranza y el éxtasis del que vive un apasionado y verdadero poeta.
Recomiendo para los que van en la búsqueda de despertar la inteligencia, la lectura sobre una función cerebral con un comprobado y amplio fundamento científico -www.percepciónunitaria.org