sábado, 28 de junio de 2008

ruco yo...


Hace unos días (muy pocos en realidad) iba por la calle caminando y platicando con un amigo, uno muy bueno, de los mejores diría yo, Alan, lo conozco desde los 4 años, y desde los 4 años somos amigos. Bueno resulta que mientras caminábamos, por alguna extraña razón que implica a Alizée (si, esa Alizée) llegamos a tocar el tema de el próximo concierto de los Cadillacs en el Foro Sol el 5 de Noviembre, ¿qué tiene esto de fantástico? nada realmente; pero Alan dejó escapar una frase que despertó una conversación digna de ser mencionada en este blog (seguramente por su irrelevancia).



él: - mmm... es algo así como el reencuentro de los Cadillacs no - (frase efímera soltada al aire sin sentido alguno)



yo: - pues ya ves que este último año ha sido como el año de los reencuentros wey, Héroes, Soda y ahora Cadillacs - (respuesta efímera soltada al aire sin sentido alguno)



(unos segundos después...)



yo: - no mames, si los grupos que escuchábamos en la pubertad están en la etapa de los reencuentros es que ya estamos rucos wey - (frase llena de significado, soltada con un aire sepulcral, cierta melancolía y un dejo de tristeza)



(risas...)

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En aquél momento nos cagamos de risa; pero lo cierto es que es verdad, uno se vuelve ruco, hoy por ejemplo Rodrigo (un niño que siempre me pregunta qué música me gusta) me dio a entender, que la música que escucho está para el culo (la verdad es que la música que él escucha es la que está para el culo; pero...) y es que ya no falta mucho para que los niños comiencen a escuchar la música de mis tiempos como yo escuchaba a los Beatles o a los Doors, que siempre pensé, era música de una era extraña muy lejana en el tiempo.



Que tiempos aquellos de los toquines en la magdalena de escuchar toda la noche a los Cadillacs y los Héroes y Caifanes, y tantos más...



(puta podría escribir muchísimas cosas más; pero esto tendría un mal desenlace en contra de las nuevas tendencias musicales y hay que preservar la paz; además neto que si me agarró la melancolía).

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Nota: Sí tú eres fan de Parchís o Timbiriche; no tienes por qué sentirte identificado con esta entrada; tú ya eres ruco nivel 2, eso quiere decir que ya estás muy ruco, yo sólo tengo 23 años.

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sábado, 14 de junio de 2008

Palabras

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Hay palabras geniales, estéticamente perfectas; palabras cargadas de sensaciones, palabras deliciosas. Apartadas del significado, logran por si mismas un conjunto de experiencias exquisitas, son un elixir literal. Palabras como guanábana te llenan la boca de sabor, no por su contenido epistémico, sino por su construcción gramatical. Para ejemplificar lo que quiero decir los invito a decir la palabra mencionada, digan guanábana, tomense su tiempo, díganla despacio, casi cómo si quisieran separarla por silabas gua-ná-ba-na; sientan como la lengua se atora entre el paladar y la garganta para instantes después expulsar con fuerza la "n", liberando sistemáticamente la "a", que es ya libre por sí misma, seguida de la "ba" que simula un beso más libre aun, y terminar con la nitidez de "na".


De estás palabras hay muchas, se encuentra también la graciosa "sandía", que exige una sonrisa para ser pronunciada correctamente, o la calculadora "cuatro" con su extravagande diptongo, las hay también aquellas que por su significado ofenden; pero que si prescindimos de éste, tenemos un banquete de sonidos oblicuos como "jodido" o "gargajo".


Uno se libera cuando lengüetea este tipo de palabras, son divertidas, son alegres, son suaves y fuertes, son delicadas y poderosas, son un manjar. Agreguemos a este banquete, palabras latinas (en latín) como "aqua" la cual es una de mis favoritas o "aliquod" que nos mantiene en la espera. Están también las palabras árabes como "alaha" y "zaragoza", además de la espectante "ojala" o la imponente "alfil".


Como no disfrutar del habla con este lenguaje gourmet, sin olvidar que "lengua" es otra de esas palabras delicatessen. No se puede prescindir de palabras salpicadas como "jiribilla" o "jicotillo" o algunas de uso cotidiano como "miscelánea" y "jacaranda".


Llevo con esta cuestión en la cabeza bastante tiempo; pero nunca se me había ocurrido escribir sobre ella, lo que si hice fue crear una base de datos con las palabras que más disfruto, y ya tengo una cantidad considerable. En principio, pondría una lista abreviada de éstas al final de esta entrada; pero no pude decidir cuales si y cuales no, no tuve el valor de discriminar "coqueta" frente a "albaricoque" así que se me ocurrió una mejor idea; que ustedes amables lectores, usuarios constantes de palabras, escriban una lista, larga o pequeña de las palabras que más disfruten, seguramente se divertirán y quien sabe, igual disfruten tanto como yo olvidarse un rato de la semántica para integrarse al club de filatelistas de palabras.

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martes, 10 de junio de 2008

(entre parentesis)


Últimamente he escrito poco, más bien nada (y además soy un fiasco porque siento que esto ya lo había escrito) ¿será que se apoderó de mi el silencio? tal vez si, tal vez no, y en el mundo de los tal vez (también siento que ya escribí esto antes) uno nunca sabe cuanto ni cuando, pero aquí estoy, con mis escasos párrafos, un poco inoportunos (eso si muy propio de mi, todo inoportuno), con mis efímeros pensamientos (y ni eso, porque no se me ocurre que más escribiré después de la siguiente palabra).


Tengo un blog nuevo, que también está esperando que escriba algo en él (tiene como 3 ó 4 meses que lo abrí y ni una entrada) así que aquí estoy como cada vez que abro el blog, sin nada que contar, con mucho por escribir y la cabeza (como siempre) un poco hueca (por no decir que está más vacía que el cielo).


... (esos tres punto son una larga pausa de 5 minutos que gasté mirando cómo las hormigas transportan a un escarabajo) Existen pausas, unas más largas que otras (ni que lo digan yo tengo una pausa enorme que me drena la vida desde hace tiempo; pero mejor así, que se quede en pausa, vivo más tranquilo desde que logré dejarla en stop) y está no ha sido ni una ni la otra, simplemente ha sido, y pronto terminará (siempre digo lo mismo, ya ni yo me creo) ¿cómo lo se? sencillo, prometo venir aquí antes de que el siguiente fin de semana termine y escribir un par de textos (uno en cada uno de mis blogs) dignos de (el olvido) robarles algunos de minutos de su tiempo (que seguramente desperdiciarían), así que dense una vuelta por aquí el domingo, ya seguramente habré escrito (o al menos lo habré intentado) algo interesante (no como hoy).



Vuelvan pronto (peor final no me pude encontrar, soy un fraude).