martes, 24 de julio de 2007

Nada es demasiado...


Nada es demasiado… nunca es suficiente, por eso hay que vivir como dice Liz: ligerito, fácil. La vida es deliciosa, hay que saborearla; comer pedazo a pedazo, probar todos sus sabores, los dulces los amargos, los salados, los picantes; cada uno es diferente y cargado de significado, hay que aprender a degustar cada minuto, cada segundo, aun los que tengan sabores desagradables; porque también esos sabores son únicos.

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Hay que comer vida, beber vida, y nunca dejar de saborear…





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miércoles, 11 de julio de 2007

New York


Hace exactamente dos días que he llegado a Nueva York y vaya que es grande. He caminado sorprendido por la gran manzana: Manhattan, Brooklyn, Queens, Central Park; verdaderamente lugares fantásticos. Al caminar frente del Empire State, Sinatra comenzó a cantarme al oído, “New York, New York”. ¿Qué decir cuando se camina por Time Square? Donde obligadamente tuve que detenerme por un café. Wall Street es obsesivamente comercial, obsesivamente blanco y obsesivamente enorme; y la experiencia visual del “Moma” el cual impacta desde el exterior con esa arquitectura postmodernista. A eso de las ocho de la noche, y cantando bajo la lluvia en el puente de Brooklyn; me surgió ese cosquilleo que lo lleva a uno a hacer cosas. Tomé un taxi amarillo fantástico, que era conducido por un hombre negro “negro” (de ese negro obscuro que uno no ha visto nunca en su vida; porque es muy diferente ver a una persona de color en t.v. que verla en la vida real; solo cuando están frente a ti, sabes lo que es el negro, y no es que sea yo racista, pero enserio; eso impresiona) “Bronx Please”; no podía faltar a una cita de Jazz con un Martini, en aquel lugar donde todo comenzó. Que Jazz señores; uno no puede ni respirar de la emoción que produce aquellos disconformes sonidos que se perciben no con los oídos; sino con el alma misma. Aquello era una verdadera “Big Band” y un verdadero Martini. ¿Qué mas podría yo pedir aquella noche? Un cigarrillo tal vez, unos ojos brillantes… unos ojos tornasol; y allí estaban esperándome, en verdad “New York” lo tenía todo, completamente todo; pues aquella bella figura al otro lado del salón, completaba mis expectativas. Labios rojos, muy rojos y suaves muy suaves; al menos eso quise pensar; era verdaderamente una mujer muy hermosa, si muy hermosa y acompañada. No iba a acercarme, eso ni pensarlo; no con mi Ingles deficiente, mi capital limitado y mi cara de… Para cuando terminé de pensármelo, ya no estaba. Ella y su grupo de amigas ya habían salido del lugar, y yo… yo aun no sabia que hacer. Pasó la noche, tome unos tragos más, fume unos cigarros más, y me recrimine las siguientes dos horas por dejar que pasara la oportunidad. –Necesito un café- me dije tenso; así que salí rápidamente y corrí; una dos tres cuatro cuadras… ¿manzanas? “¿Apples?” ¡bah!, que cosas estás pensando, “Starbucks” “a coffe please” “thanks” me siento, saco un libro, leo, tomo un sorbo de café; esta caliente, soplo un poco y bebo un poco más; me gusta sin azúcar; miro al frente: una, dos, ¡tres! Chicas; y la de los ojos tornasol que me mira sonriendo y yo… que sonrío.
El resto de la noche es de esas noches Neoyorkinas, con vino blanco, velas y estrellas; todo bajo la luz de la luna, en una hermosa velada, de un otoño cansado que termina mañana; mientras yo sonrío con una chica coqueta que tal vez no vuelva a ver jamás.
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*Nota: Yo nunca he visitado NY, pero después de esto definitivamente me muero de ganas por ir.

jueves, 5 de julio de 2007

De la familia y la ética sentimental.


¿Qué es una familia?... un grupo, un sentimiento, una sociedad, una fortaleza económica, o simplemente un grupo de personas que no soportan estar solas. La importancia de formar pequeñas sociedades familiares o clanes, radica en esa imperiosa necesidad de ser parte de algo, el ser humano no esta hecho para la soledad, la terrible soledad que consume, que mata lentamente, que carcome el tiempo y extingue la vida. La familia te delimita como persona, te hace crecer, te forma y te da carácter. Somos un reflejo de las circunstancias que vivimos en casa; nuestros más grandes secretos serán siempre aquellos que uno solo puede licuar y expresar en el seno materno, aquellas palabras escondidas solo pueden ser expresadas con solides y líquidamente cuando uno esta en familia, en su familia, la familia es lo único propio además de si mismo con lo que el ser humano cuenta, solo de ella puede uno presumir con orgullo y siempre con orgullo, que "esta es mi familia" la tuya, la mía, la de todos; que en la escala de importancia, siempre ocupa lo de mas sagrado, a uno le pueden ofender todo, todo... menos las familia.
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En este mecánico y sublevado mundo hay de todo; osea como quien dice, “de familias a familias” y de cada una de ellas, solamente sus integrantes conocen sus injurias; nadie ajeno puede hablar de la familia de otro, o de otra familia y con debido respeto; nadie se atrevería a hacerlo, un error podría costar una eterna enemistad con el afectado, o los afectados; por que de que critiques a tu familia a que un pelado cualquiera te la critique, siempre sale la conocida frase de "ese ni de mi familia es" esta entrada es de la única familia que puedo hablar, de la mía, de la única que tengo, con la única que podría sentirme cómodo de hablar de mis incomodidades personales.
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Yo soy Jesús Eduardo Rivadeneyra González de la Llave y esta es mi familia… perdón, quise decir mi sentimiento.